domingo, 26 de mayo de 2013

RESEÑA DE “EL DIOS DE LOS ANIMALES” DE ARYN KYLE POR MONTY BROX

(Publicado el 05/08/11)

Gracias a la editorial Ambar, hoy os podemos traer una nueva reseña. Se trata de “El dios de los animales” de Aryn Kyle y ya os adelanto que me encantó.



FICHA TÉCNICA:


Autora: Aryn Kyle
Editorial: Ambar
Formato: Tapa blanda con solapa
15.0x23.0 cm
Nº páginas: 408 pags
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788492687244
Nº Edición:
Año de edición: 2010
Precio: 17.00 euros



SINOPSIS

Alice Winston solo tiene doce años y se siente sola en mitad de mucha gente. Toda su vida se va a ver alterada por los acontecimientos que están a punto de suceder en el pequeño y aislado establo en el que vive, en Desert Valley, Colorado.

Nona, su hermana mayor, ha huido con un corredor de rodeos. Su madre no se levanta de la cama desde que ella era pequeña, a causa de una fuerte depresión. Su padre tiene muy poco tiempo para ella, y el que tiene lo dedica a educarla para que trate bien a las clientas. Así que nadie se da cuenta de que se le ha quedado pequeña la ropa o que los zapatos le van demasiado ajustados.

Además, la relación con sus compañeras será complicada y a menudo le costará encajar. Polly, una de sus compañeras, aparecerá muerta en el canal, y Alice empezará una relación telefónica muy intensa con su profesor, el señor Delmar, el mismo que parece haber tenido un romance secreto con Polly y parece estar implicado en su muerte. Pero esta relación se le escapa de las manos, e inventará un mundo que estará muy lejos de ser su realidad familiar.


OPINIÓN:


Esta novela nos narra detallada y de manera casi metódica lo que significa la vida en una granja de caballos venida a menos. Nos demuestra que si la vida nunca es fácil en un paraje como este, y el trabajo es duro en un negocio hípico aun cuando está en auge, cuando se encuentra en sus horas bajas es casi insostenible. La historia es vista a través de los ojos de Alice. Una niña de unos doce años fuerte como ella sola y algo rarita, sobre todo a causa del abandono o falta de atención que sufre por parte de todos aquellos que la rodean. En si es un libro duro, porque aunque a vista de Alice nada se sale fuera de lo normal y de a lo que está acostumbra, al leerla te das cuenta de lo sola que se encuentra a tan corta edad en la que todos los niños deberían ser el centro del universo de sus familias. Pero claro no es que la familia de Alice no tenga con que excusarse al fin y al cabo. Pues la situación muchas veces no les deja ver los pequeños detalles que afean la vida de Alice.

En el colegio es como si no existiera, en casa su hermana mayor hace poco que se ha fugado, su madre lleva desde su nacimiento en cama bajo una fuerte depresión y su padre ni siquiera tiene tiempo de darse cuenta de que va hecha un desastre porque todo le queda pequeño. Con estas premisas Alice, siempre anda soñando con situaciones irreales y a veces algo crueles por su parte, en la que consigue llamar mínimamente la atención y los mimos de quien sea. Primero comienza con fantasear con que la madre de una difunta compañera, a la cual ni si quiera hablaba, la recibe en su casa y la abre su corazón tras inventarse toda una hermosa relación de amistad con su hija. Después de descartar esta atrevida y descarada hazaña, lo intenta con las amigas personales de la difunta, y tras fracasar se interna en una extraña relación telefónica con un profesor el cual de antemano ya mantenía una relación igualmente inusual con la chica muerta. Y es esto último lo que al fin la sale medianamente bien y logra que todas las noches haya alguien al otro lado del teléfono que finalmente la escuche hablar sobre su vida. Eso sí , toda una vida inventada a su antojo y fantasía.

Al principio tienes la muy tentadora tentación, valga la redundancia, de juzgar a esta niña como una cruel y algo colgada muchacha. Peros según te adentras en el libro y en el trascurrir del día a día de Alice, inevitablemente la terminas cogiendo cariño y sintiendo pena por ella, al tiempo que se va ganando tu respeto. Si la novela me ha encantado tanto ha sido fundamentalmente por esto. Por su realismo y por esa manera de lograr que su realidad se filtre poco a poco en ti hasta que casi compartes esa rutina despiadada con ella. Observas escenas impactantes, rudas y crudas con los caballos y su trabajo en la granja, y ves como tú te llevas la mano a la boca horrorizada. Igual que hace la ingenua y dulce niña rica que pasa sus tardes allí pagando y por diversión. Y casi tienes la sensación de girar realmente la cabeza para ver como Alice permanece impasible ante esas escenas, pues a fuerza de costumbre sea ido endureciendo e insensibilizando. Cosa muy parecida pasa con sus tareas con los animales, lees y lees y hasta te sientes agotada y piensas: y esto es el pan de cada día de una niña de doce años, madre mía. Si yo me agoto con solo leerla y ella… ni se queja. Pero bueno tampoco le serviría de mucho hacerlo.


Con el resto de personajes sucede lo mismo que con Alice. En primera estancia los tachas de egoístas y de malos padres o hermanos. Pero de igual modo que terminas por entender a Alice, comprendes que ellos no son del todo culpables. Que son humanos, es otra de las cosas que adore de este libro: el realismo de sus personajes, que intentan por todos los medios hacer lo mejor posible por sobrevivir con las cartas que les han tocado. De similar manera me fascino la sutileza y la magnífica forma con que la autora nos muestra la brecha y las diferencias entre los estilos de vida que hay entre la gente pudiente y la menos afortunada, que en este libro conviven como si nada. Pero termina mostrándonos que al fin y al cabo todos somos humanos, y hasta los más ricos y supuestamente afortunados, también sufren desdicha, sufrimiento y fealdad. Tanto como ratos de amor, cariño y felicidad termina habiendo para la gente con menos suerte.

Con un lenguaje sencillo y fácil lectura, carente, y sin necesidad, de grandes pasiones, escenas de vivida acción o intrincados misterios “El dios de los animales” te termina enganchado tanto que cuando finalizas la lectura sientes que eres tú la que abandona el hogar de los Winston como una desertora. Una dosis de realidad dura y pura como hacía tiempo que no leía, que no se recrea en el drama, y que sin duda si le dais una oportunidad, pasando de esas primeras paginas algo tediosas,os acabara gustando.







SOBRE LA AUTORA:


Aryn Kyle nació en Peoria, Illinois, pero creció en Grand Junction, Colorado. Su primera novela, El Dios de los animales, fue un éxito internacional, ganadora del premio Alex, de la Asociación Americana de Libreros, un premio PNBA y un MPIBA, entre otros.

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