lunes, 27 de mayo de 2013

RESEÑA DE "GOTHIC DOLL" DE LORENA AMKIE, POR MONTY BROX

(Publicado el 28/07/11)

Hoy, gracias a Ediciones B, quienes nos enviaron el ejemplar, os traemos una nueva reseña. Esta vez se trata de "Gothic Doll" novela juvenil de Lorena Amkie.


FICHA TÉCNICA:


Editorial: Ediciones B
Nº páginas: 552 pags
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda rustica con solapas.
15.0x23.0 cm. Ilustraciones en el interior.
ISBN: 9786074801439
Nº Edición:
Año de edición:2011
Plaza edición: BARCELONA
Precio: 17,50€

SINOPSIS:

A sus 17 años, Maya es una chica más o menos normal: su vida se revuelve entre las ideas de su mamá, los besos y pleitos con Abel, las tocadas de rock, las amigas, la escuela, las interminables tareas. Hasta que un día, despierta en un callejón, sola, con la ropa rota, débil y acostada sobre un charco de sangre. Los cambios que experimenta en los días que siguen la hacen darse cuenta de que su vida acaba de tomar un giro violento e irreversible. Ahora debe enfrentarse a su identidad, a las novedades en su cuerpo y a la responsabilidad que implica una herencia que no pidió ni esperaba.

"Gothic Doll" explora el tema de la adolescencia, de la búsqueda de la identidad, de la violencia que todos los seres vivos, humanos o no, tenemos. Habla del amor a los padres, del amor a la pareja, de la amistad y la traición, de la necesidad de cada persona de encontrar su razón de ser, su misión en la vida, y de la capacidad que tenemos de sobrevivir, a pesar de todo…



OPINIÓN:


Antes de empezar con la opinión, quiero hacer hincapié en la edición maravillosa que da cuerpo a “Gothic Doll”. Pues sus páginas son muy ricas en detalles de maquetación que harán las delicias de todo ojo. En su interior podremos encontrar fotografías de una muñequita de trapo que en ocasiones recrea el estado de ánimo de Maya. Todos los capítulos abren acompañados de una cita en su página impar de color rosa o malva y todos los márgenes y finales de escenas están decorados con florituras chulísimas. Vamos un mundo de monerías, que aunque la historia no lo necesitaba, enriquecen gustosamente la lectura. Lo único que me preocupa un poquito es que este aspecto atraiga a lectores que pudieran quedar prendados del libro por su aspecto juvenil e inocente, que después pudieran quedar impactados con la crudeza de ciertos pasajes del libro. O que por el contrario otros pudieran verlo como un libro infantil y/o cursi y dejaran por ello escapar una historia mucho más compleja y completa de lo que en un principio su aspecto puede inducirnos.




Narrado en primera persona desde la perspectiva de Maya, una niña bien de diecisiete años con una vida semiperfecta, “Gothic Doll” es toda una vuelta de tuerca a la que ya se podría considerar la clásica historia de adolescentes paranormal. Cuando empiezas a leerla no puedes evitar pensar: “¡Oh venga ya! ¿Todavía puede quedar algo novedoso que ver sobre estas historias?” Y pasadas las primeras páginas, en las que era inevitable caer en ciertos clichés y por lo que resultan algo más tediosas, descubres que sí. Que aún quedaba algo por contar o al menos un nuevo enfoque. Uno muy diferente y alejado de las perfecciones románticas que suelen acompañar a este género (las cuales también adoro, no lo voy a negar).

El libro empieza ya bastante lejos de un panorama idílico. Maya se despierta hecha polvo, sola y vapuleada hasta el extremo, en un local sucio y polvoriento del peor barrio que ella misma pudiera imaginar. No recuerda cómo llegó allí, ni que le han hecho, ni quiénes. Cuando al fin logra que alguien de su familia la auxilie descubre que ha estado desaparecida por semanas. Con todo el drama familiar que eso supone. Todo el mundo quiere respuesta: su madre, su tía, su adorado novio que se siente culpable por haberla abandonado en un bar la noche que desaprecio, sus amigas, sus profesores… ella. Pero ni su mente ni los médicos obtienen la menor pista. Y Maya solo sabe que ya no es Maya. Se nota extraña, siente cambios extremos en ella tanto sicológicos como fisiológicos o de cualquier índole, y todo eso no acaba más que empezar. Pronto entenderá que su mundo ya no le pertenece y mediante lecciones de lo más duras comprende que ha de abandonar su universo perfecto, si no quiere que las personas que ama corran peligro.

Lo que más me ha gustado del libro ha sido esa mezcla agridulce entre pasajes llenos de ingenuidad, y casi unicornios rosas, que la protagonista rememora para hacernos conocedores de su antigua vida y la trama presente donde todo es siniestro, oscuro, macabro y violento. La autora consigue que nos percatemos del abismo al que está sometida su personaje principal recreando una visión que me pareció de lo más real de como una niña de ese tipo afrontaría la suerte por la que pasa Maya. Todo esto sin caer ni el dramatismo excesivo, ni la sobrada dulcificación. No hay un príncipe a caballo dispuesto a todo por la princesita del cuento y Maya tiene que sortear todo esto sin saber muy bien de quien fiarse y sin poder recurrir a su recurso más usado hasta el momento: mama.

De lectura muy sencilla y nada enrevesada, ritmo muy logrado, diálogos e interacción de personajes siempre consecuentes y acertados. Una visión muy realista de un mundo irreal. Con una protagonista soberbia, muy lograda en su papel de adolescente inmadura pero noble. Acción y descripciones en su justa medida. Y con una trama de lo más “enganchante”. Sin duda si queréis pasar un par de tardes mordiéndoos el labio inferior por el ansia de saber “¿Que pasara ahora?” este es vuestro libro. Eso sí advertiros de que la incertidumbre se mantiene mucho más allá de los agradecimientos al final del libro a la espera ansiosa de su inminente segunda aparte.






SOBRE LA AUTORA:

Lorena aprendió a escribir a los cinco años de edad y a los siete ganó su primer concurso de poesía con la obra “Mario el Corsario”. Hasta muy recientemente, creía que ella había inventado la palabra corsario. A los nueve años editó tres números de la revista familiar Yupi, que contó sólo con dos suscriptores y después desapareció. A los trece años decidió escribir su Obra Maestra: un romance situado en la Primera Guerra Mundial, pues, como ella misma decía, “la Segunda está muy trillada”. Después de una profunda investigación y 60 cuartillas escritas a mano y en tinta morada, abandonó el ambicioso proyecto para beneficio suyo y del mundo literario.

Durante su adolescencia se sentaba en un rincón del patio a leer mientras las demás niñas conversaban. Por esta y otras razones (su corte de pelo masculino, su extraño vocabulario y su obsesión por contar sílabas), nunca fue muy popular, cosa de la que siempre se preció muchísimo. Cursó la carrera de Comunicación con un color de cabello diferente por semestre y un arillo de metal en el labio que causó congoja entre sus allegados, que hasta el momento la habían considerado extraña, pero “una buena niña”, en esencia. Su lado oscuro siguió creciendo y se expresó a través de su gusto por los chicos malos, así como de escritos cargados de humor negro, violencia y una eterna, si bien torturada, búsqueda por el amor verdadero.

Adora sufrir y lamentarse tanto de sus fracasos como de sus logros, dedica una hora del día a escribir y doce a releer el párrafo escrito para asegurarse de que esa palabra es la palabra exacta para decir clara y rotundamente lo que quiere decir, sin lugar a ninguna duda ni interpretación. Los que la conocen la describen como una soñadora, “una persona hambrienta por sentir y vivir todo lo que sea posible y lo que no también. Lorena no llega a ningún lugar sin antes pasar por el camino más difícil, pero también el más placentero”. A pesar de los esfuerzos de su psicoanalista, sigue contando sílabas compulsivamente.


0 comentarios:

Publicar un comentario

BLOG PROTEGIDO