domingo, 12 de mayo de 2013

Especial San Valentin

(Publicado el 14/02/12)

Antes de nada... ¡Feliz San Valentín a todos! en Más que vampiros hemos querido celebrarlo de una forma muy especial. En este caso han sido los autores los que nos han ayudado a hacer este post, eligiendo ellos mismo de sus obras, las citas para festejar este bonito día. Esperamos que lo disfrutéis y muchísimas gracias a todos los autores que han participado.


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—Es que no me puedo creer que esto sea cierto, solo eso, me lo tendrás que recordar cada día para que no piense que fue una alucinación.
—¿Cómo quieres que te lo recuerde?—le dije besando su boca.
—Podrías hacer así —y se tocó el corazón con el dedo índice cuatro veces —, es como los antiguos amantes, un lenguaje secreto para ti y para mí.
—Lo haré todos los días que te vea.

"Sangre y corazón" de Alexandra Manzanares.


Él se acercó y la abrazó con ternura, como si no hubiese pasado ni un solo día desde al última vez que se vieron.
—No has cambiado nada—dijo él sonriendo.
—Tú tampoco—admitió Claudia, pensando que estaba aún más guapo de lo que recordaba.
Comenzó a caminar junto a él y volvió a sentirse pequeña e insegura a su lado, totalmente anulada por la presencia de David. Junto a él las calles eran distintas, los coches, el tráfico, todo era diferente sólo porque estaba él.

"Jugando con Fuego" de Cristina Caviedes




Acercando sus labios a los de él le besó y disfrutó de aquella intimidad que había anhelado durante meses. De pronto su vida había vuelto a cambiar en un segundo y allí estaba él. El hombre al que amaría toda la vida y que la hacía sonreír.
—Te quiero —susurró él al separar sus labios de los de ella—. Te quiero tanto maldita cabezota que he estado a punto de perder la razón por no tenerte cerca. Eres la mujer más maravillosa, bonita y cautivadora que he conocido en mi vida y como dice Dermot Mulroney en tu película preferida “prefiero mil veces discutir contigo que hacer el amor con otras” porque eres mi vida, y sin ti ya no puedo vivir. Juntos vamos a criar a Noa y a Vanesa y te prometo que no te vas a arrepentir nunca. Me voy a encargar de mimarte, cuidarte y hacerte feliz todos los días de tu vida.
Con una maravillosa sonrisa en la boca Marta emocionada susurró.
—Caray…Philip con lo que has dicho has superado al Mulroney.

"Las ranas también se enamoran" de Megan Maxwell


—Te quiero, te quiero… —repitió mientras recobraba el aliento—. Tú eres el único que oirá esas palabras de mi boca, ¿no lo sabías?
—Sí.
—¿Entonces?
Laura quiso saber el porqué del ligero temblor que percibía en los músculos de sus brazos. Kenneth la besó con delicadeza. Habían declarado sus sentimientos usando muchas palabras, pero nunca las más diáfanas.
—Tenía miedo de morirme y no oírtelo decir —rió suavemente.
—Tú no temes a nada.
—Sólo temo al paso del tiempo, porque los días se nos escapan y quiero tenerte así la vida entera —la abrazó con fuerza, aún dentro de ella.

"Delicias y secretos en Manhattan" de Olivia Ardey


Era una felicidad no creída que estaba dentro, dejando una huella imborrable en el interior de cada uno, para jamás desaparecer. Nada existía para ellos pues como dijo, acercándose a Cenicienta, en voz baja:
—No quiero ser en tu vida, una ilusión o un sueño del que despiertes. Quiero ser fuego continuo, constante que en tu alma, en tu cuerpo y en tu piel arde. Ser el destino clandestino de tus deseos más íntimos. Ser, de tu piel, su molde, el que encaja perfecto. Siendo Tú, en mí, Mujer, siendo Yo, en ti...Hombre. Ser en tus noches la hoguera que te da luz, calor y amistad, dando alegría a noches vacías, llenando tu alma de dulce armonía. Para amarte siempre, como ya no se ama hoy en día. Existiendo tan sólo en la vida, tu Alma y la Mía.

"Cenicienta y el trovador" de AzulPlata


—¿De veras crees eso, incluso después de que te mordiera ayer?
—Sí. Además, nadie me obliga a estar contigo. Soy yo la que quiero permanecer a tu lado, y es lógico que estando juntos en algún momento no puedas controlarlo. ¡No se puede pedir tanto! Por otro lado, si yo disfruto de la compañía de un hermoso vampiro, es justo que contribuya también a alimentarlo de vez en cuando. No puedo cerrar los ojos mientras bebes de otros como yo.
—Te quiero, Constance. Y espero que algún día tú me quieras a mí más de lo que amabas a Tom.
Se hizo el silencio. Y entonces, sin pensarlo siquiera, le contesté.
—Ya lo hago.
Wesley se quedó perplejo. Entonces sus ojos brillaron y sus labios se curvaron esbozando una preciosa sonrisa.
—¿Te apetece un bañito, Constance?
—Por supuesto.
Y al poco nos sumergíamos en el agua caliente de la piscina, iluminada tan sólo por la luz plata de la luna.

"Los hijos del viento del norte" de Charlotte Loy


––Quiero pertenecerte. Quiero necesitarte, depender de ti, sonreír por tus sonrisas, jadear por tus gemidos, vivir por ti. […] No quiero que seas mía. Porque siempre lo has sido, siempre has sido mi amiga. Mi vida. ––Marcos se pasó las manos por el pelo, desesperado por detener las palabras que se le escapaban entre los dientes––. Quiero darte mi corazón y saber que lo tienes guardado junto al tuyo. Quiero un jodido contrato que diga que te pertenezco, que no me vas a dejar nunca, que seré tuyo el resto de mis días. Quiero un anillo en el dedo, para mirarlo cada día y saber que voy a estar contigo el resto de mi vida, que voy a amarte, respetarte y adorarte más allá de la muerte. Porque si te soy total y completamente sincero, me da lo mismo que me quieras o no, yo estoy irremediable y completamente perdido si no me acoges en tu vida. […]

"Cuando la memoria olvida" de Noelia Amarillo


—Imagino lo que debes estar pensando. Yo… comprendo que quizá no soy lo que tú esperabas. Sin duda mereces más. Pero no puedo dar marcha atrás a mi vida, ojalá pudiera hacerlo para enmendar al menos lo que hice.
—Deja ya de pensar por los demás, Arom, conmigo no sueles acertar —le dijo, sonriéndole con ternura—. Vine aquí con la esperanza de encontrar aquello que necesitaba para aceptar lo que intuía ya días atrás. Desde el momento en que te vi, supe que cambiarías mi vida. Y no me equivoqué. No te pido que borres el pasado, pues es lo que nos hace ser como somos. Prefiero al Arom del presente, con sus defectos y sus virtudes…
—Corliss… —la interrumpió.
—Cállate, Arom y bésame.

"El secreto de la noche" de Jezz Burning



—Elizabeth.— Él eligió llamarla por su nombre completo para que supiera que hablaba enserio—Quiero que tú y Tara viváis conmigo y los chicos. Y es lo único que exigiré al consejo en cuanto tenga ocasión de hacerlo. Lo demás no me importa lo más mínimo. Nunca hablo por hablar, creo que me conoces. No sé jugar a los romances, ni a los amantes. Nunca oirás palabras vacías o menarmente halagadoras por mi parte. Créeme cuando te dijo que te quiero. No tengo muchas práctica con ciertos asuntos, pero es demoledoramente cierto. Con todo lo que ello conlleve, social, laboral o familiarmente. Y puedes estar muy segura de que hablo en serio. Eli, te quiero.
—Yo también te quiero, Nath.—Él sonrió ante esa manera de llamarle.

"Nube negra" de Monty Brox

Albert admiró una vez más la perturbadora belleza de Lorraine cuando se acercaba. El pantalón vaquero se ceñía a su silueta y una camiseta negra se fundía a sus generosos pechos. La cascada roja sobre aquella piel de porcelana blanca le hacían sentir sensaciones a Albert de las que se avergonzaba. No se explicaba cómo podía confundir tantas cosas cuando permanecía al lado de Lorraine, siendo consciente de que era su propia hermana.

"Mihai II: Señales" de Macu Marrero


Se desabrochó los botones de nácar de la camisa. Estaba agotado. Demasiadas emociones. Pensó en darse un relajante baño, pero era demasiado tarde y su conciencia no le permitía despertar a los criados para que calentasen el agua. Además, necesitaba descansar, hacer dormir su mente. Quería estar despejado. Mañana la vería… El estómago le dio un salto. Solo necesitaba pensar en ella para que ese y otros órganos de su cuerpo reaccionaran de forma incontrolada. Mañana…
—Casi me duermo… cariño—susurró una voz sensual en la oscuridad.El estómago le explotó.
— ¡Victoria!
—Cariño…— murmuró de nuevo melosa (a pesar de estar aterrorizada ante su propia audacia), mientras se levantaba de la cama enrollada tan sólo en una sábana y acariciaba el rostro que la miraba pasmado, apenas con las yemas de los dedos.
—Lluvia —repitió medio atontado descubriendo que acababa de perder la facultad de hablar. ¿Estaba desnuda? ¿En su habitación? ¿En su casa? ¿En su cama?— ¿Qué… qué….? ¿Qué haces aquí?—consiguió preguntar tartamudeando como un idiota como si no creyera posible el espectáculo que tenía ante sus ojos.
—Me cansé de esperarte. Tardaste en llegar cielo— dijo la tentadora voz acercándose a él sigilosa.

"Lluvia sobre el corazón" de Yolanda Quiralte


—Perdóname, Caliel —susurró a su oído, consolidando el abrazo hasta casi la asfixia.
Caliel la sintió estremecerse, la escuchó respirar contra su pecho y perdonó todo lo que parecía imperdonable a cambio de una única e inquebrantable promesa.
Tomó la mano que se aferraba a su nuca y, setecientos años después, dejó que una mujer le acariciara el rostro por segunda vez en su vida. Se le humedecieron los ojos al comprobar que no había olvidado la familiar sensación. Besó la palma que le daba la vida y le susurró a ciegas, inspirando el añorado perfume de su pelo negro:
—Nunca vuelvas a dejarme solo.

"El templo del caído" de M.D Nika


Pero cuando empieza lo fuerte no solo no se retira, sino que me rodea con sus brazos apoyando las manos en la valla, protegiéndome de un hipotético ataque pirotécnico.
—¿Me he portado bien? —pregunta cuando acaba todo.
—Te quiero, grandullón —respondo gritando sobre el ruido del gentío. Se me ha escapado, él me mira de esa manera tan intensa, con la boca abierta, pero no dice nada.
—Lo siento, no quería decirlo en voz alta, pero se me ha escapado. Con la emoción de la mascletá, el ruido y eso, yo…—Me tapa la boca con los dedos.
—Me gusta, ¿puedo quererte yo a ti también?
—Me gustaría mucho.
—I love you honey.

"Espirales en el ombligo" de Bela Marbel.

 

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