Advertencia: (Publicado el 12/12/12) lo que sigue a continuación se basa en capítulos ya emitidos en su país de origen. En este caso hasta el 8 de la temporada 4. Si no has visto los capítulos y no quieres que te agüemos las sorpresas no continúes leyendo.
Crónicas vampíricas. Épico.
Bueno, bueno, bueno, empecemos por el principio, que : ¡Ole ole
ole que pedazo de principio! Yo creo que ese abrir de un fundido en negro con
Damon durmiendo y los pajaritos cantando… es la fantasía más recurrente de las
seguidoras del “hermano malo” mejor plasmada de toda la serie. Ya era hora, ¡¡¡por favorrrr!!! Tres temporadas y media que nos ha costado llegar a esa imagen
tan ansiada. Pero lo bueno se hace esperar y la cosa no hace más que mejorar
con el pasar de los segundos. El ver como ellos dos lo… dan todo, intercalado
con ver a Stefan y Caroline morderse los nudillos…no tiene precio. Nada, que
ellos sigan con su “está ligada, lo suyo no es un sentimiento real,bla bla bla”, mientras
ellos lo pasan pipa.
Saltándonos el momento híbridos en la clínica de
desintoxicación de Tayler. Tenemos el momento más incómodo-cómico del siglo.
Esa apertura de puerta con Elena y Damon de un lado y Stefan del otro. La frase
de Elena de: ¿Nos vemos en historia?, es grande, pero la cara de Damon de:
Intentando no sonreír desde mi nube de felicidad, (y como diría él) arcoíris y
unicornios. ES ÉPICA. Pero para representativa de lo que veníamos hablando la
semana pasada la frase de Damon, ante la explicación de Stefan de porque Elena
está así con él: “¿Ligada? ¿En serio, Stefan? Esa es la historia más patética y
sin sentido que he escuchado salir de tu boca”.
En fin… ni yo me hubiera expresado con mayor coherencia sobre el asunto.
Después nos encontramos con las chicas, Elena pidiendo una
noche de chicas y Caroline… como siempre criticando: que si no hay plancha en
casa de los Salvatore (estaba Elena para pensar en alisarse el pelo… Si
clarooo), que si el profe es rarito. Aunque en este momento la doy un punto
positivo ya que (decir que sospecho sería quedarme corta) el profesor de Bonni
no va ser otro que el malo malísimo del que él mismo habló en su exposición en
el instituto.
Luego vamos con Charlotte, la otra chica que convirtió Damon
y que también se engendró como una hibrida. Que yo me supongo que antes ya de
eso debía estar algo mal en su cabecita, porque se le va muchísimo la pinza.
Pero bueno aunque esto quedó así un poco raro. Ya que si Damon ya tuvo un caso
de “engendramiento”, cosa lógica que aunque pase una de cada mil sea con este
pedazo de vampiro al que le pase dos veces en menos de ochenta años (algo así
como un mes en la vida vampírica). Pero… si ya le había pasado ¿Cómo es que se
extraña tanto cuando Stefan lo sugiere? No sé, me parece otro desfase
argumental de los guionistas. Como el hecho de que se piense que el hechizo
rompe-vínculos funcionó cuando la chavala se ha contado todos los ladrillos de
su pueblo. Vamos no creo que fuera necesario que la bruja le dijera que su
madre le timó. Con la demostración de fervor de Charlotte le tenía que haber
bastado. ¿No?
Pero bueno aquí volvemos a ver cuál de los hermanos Salvatore
está dispuesto hacer “lo que sea” por el bien de Elena. Y cual tiene más restricciones
y salvedades que un contrato con una telefonía móvil. Mientras tanto que Damon y Stefan están en Nueva Orleans
haciendo un poco el panoli con la chica engendrada. Elena está pillándose un
pedillo simpático con Bonni y Caroline. Hasta que está última se olvida de
respetar su propia promesa de no criticar a sus amigas. Y tras una escenita de
baile hogareño vampírico, mientras disfrutan del enorme cuarto de baño de Damon,
Caroline abre su bocaza para meterse de nuevo con Damon. Pero… hay está Elena
para frenarle esa afilada lengua que tiene de una vez por todas. Recordándola
que ella fue la primera en darle privilegios más que carnales a Damon. Y eso
que por ella no hizo absolutamente NADA y a Elena LA HACE FELIZ. Entonces… ¿Wtf? ¿Cuál es el problema de Caroline? A mi
parecer no es otro que el de que no hay más ciego que el que no quiere ver. O,
que se está intentando autoconvencer de que al “chico malo” en general, no se
le debe querer. Ya que Mister Original, véase Klaus, se está colando en su corazoncito.
En fin que la rubia sigue tan hipócrita y criticona como viene acostumbrando últimamente.
Y cuando ya pensábamos que todo viso de relación real entre
Elena y Damon estaba perdido, viene Taylor y nos suelta una bomba: Estar
vinculado no quiere decir que te sientas diferente hacia alguien. El vínculo
afecta tu forma de actuar, no tus sentimientos. ¡¡Madre!! Al fin algo de “lógica”
para nuestro EleDa. Y menos mal que la bruja, que no los conoce ni tiene por
que tener preferencias, lo confirma delante de Stefan. Lo que nos deja con la
esperanza de que al fin el “hermano bueno” cierre el pico y se esté quietecito.
(Esperanza que no durara mucho). Porque luego viene cuando la bruja hija de
tima-vampiros se une al club toca-narices, diciéndole a Damon que lo que tiene
que hacer es abandonar a Elena. Y dale molino al molinero. Mira que son pesados
todos con el temita.
Pero bueno, como
Tayler es el primero en darnos lo que queríamos, una confirmación de que Elena
realmente está enamorada de Damon y no intoxicada por los vapores de algun
pantano extraño de la zona, embrujada, hipnotizada, embaraza con antojos raros,
poseída, ni nada por el estilo… Es de recibo darle al pequeño hibrido su
pequeño gran momento como recompensa. Mostrándonos una escena, que me encantó
al más puro estilo Rey León, donde queda oficialmente oficiado Macho Alfa Rey
de los híbridos liberados. Que ya veréis que contento se pone Klaus cuando se
entere.
Y de nuevo nos echamos a temblar cuando Stefan se pone en
plan “Damon eres malo, malo, malo, egoísta, egocéntrico, solo piensas en ti, bla bla bla”.
El muchacho se nos ofende, no sin razón, y le asegura lo que todos ya sabemos:
que no es tan malo como siempre quiso aparentar y que a pesar de llevar toda la
vida (tropecientos años para ser exactos) su littel bro no le conoce en
absoluto. Que pronto se nos olvida que fue Stefan quien convirtió a Damon y que
el único que es incapaz de llevar una existencia vampira normal es él. Ya que
el enfermo no es el que bebe vino en las comidas, si no el que no puede parar
de beber si da un sorbito…ejem ejem.
En fin… que llega el fin, de capítulo, y vamos con el
corazón en un puño, pensando que Damon hará lo que se supone está bien y dejara a Elena. Tenemos otra
miniconfirmación de que el profesor sexy-escalofriante de Bonni es más malo que
Judas. Y nos muestran otras escenitas para recalcar los puntos básicos de
siempre: que a Stefan le da igual lo que sienta Elena con tal de que su hermano
no este con ella, que es más ingenuo que un niño de tres años. Que Caroline es
una bocas y no sabe ni lo que habla, y que Damon: IS THE BEST.
Pero menos mal
que Elena parece haber aprendido algo sobre técnicas de persuasión y le
convence de no hacer lo que todos le presionan para hacer sin importarles lo
que ellos realmente quieren. O al menos eso es lo que creo que pasa al final
del episodio con ese: ¿Sientes esto erróneo? Aunque el fundido a negro que precede
a los títulos de crédito aparece antes de que él responda y eso no me gustó
mucho… pues deja una mínima esperanza a la locura anti-EleDa. Vamos, que miedo
me da el capítulo de esta semana, que por cierto… ¡¡¡Es el último antes del
parón navideño!!!
¿Y tú qué opinas?
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