martes, 7 de mayo de 2013

¿Y tú qué opinas?: ¡La madre que parió a los Winchester!


(Publicado el 16/01/13) Advertencia: la revisión que sigue a continuación se basa en capítulos ya emitidos en su país de origen.  En este caso hasta el 9 de la temporada 8. Si no has visto los capítulos y no quieres que te agüemos las sorpresas no continúes leyendo.

¡La madre que pario a los Winchester!

Bueno… Al fin mañana se termina el parón supuestamente “navideño” que si se descuidan llega a Semana Santa. Así que voy a repasar el último capítulo que pudimos ver, para que mañana lo tengamos bien fresquito a la hora de ver el nuevo episodio. 

El capítulo se podría resumir en una expresión bastante conocida, sencilla y torunda: ¡La madre que los parió! Pero si lo dejamos ahí el análisis perdería fuerza así que… comencemos: Reconocer que me ilusionó mucho ver que la cosa empezaba con Benny-yo-no-como-humanos totalmente reinsertado en la sociedad, buen rollo que no duró ni hasta la intro. 


Pues tras la cabecera vemos como Sam logra algo casi imposible: que Dean pierda el apetito ante una jugosa hamburguesa. Para ello usa una táctica que me hizo exclamar mi primer “¡Pero chico tú estás tonto!” que ya os digo ni de lejos fue el último. Ya que no se le ha ocurrido otra cosa que poner a un medio-jubilado y esquizofrénico-semi-recuperado cazador tras la andanzas de Benny. Pero si está ocurrencia no logra que Dean suelte su hamburguesa, lo hace el informe que Sam le reporta: al parecer Benny ha dejado su dieta de conejitos para pasarse a los viejetes que frecuentan el bar donde trabaja. ¡Normal que a Dean se le quiten las ganas de comer! 



Tras una escena de carretera en la que se nos deja claro que los hermanos ni si quiera habrán intercambiado una palabra, llegamos al asquerosito motel que ha elegido el viejo cazador. En pocos segundos vemos que este hombre necesita la guía de supuestos “moteles baratos de carretera” que usan los hermanos, ya que el sitio es de lo más deprimente. Con las habitaciones tan chulas que siempre encuentran estos dos. 

En las primeras líneas de este cazador ya deja un par de perlas (algo sobre una erección y el monte Vesubio, que yo dije WTF??) que nos hacen pensar que no está tan repuesto como Sam quiere hacernos creer. Martin, creo recordar que así se llamaba, hace un breve resumen de lo que a observado que podríamos concentrar en: Benny-Roy sirve sopas y aunque no lo vi sé que le hizo un análisis de sangre, a lo Drácula, a un viejo parroquiano.



Como es lógico y normal, al menos para el resto de los mortales que no somos cazadores, Dean se enoja por que quieran cargarle el mochuelo disecado a su gran amigo Benny sin prueba alguna. Aquí hay que darle un punto positivo de comportamiento fraternal a Sam, que le para los pies a su nuevo perro loco Martin, exigiendo que respete la petición de Daen de tomarse un tiempo para investigar lo que pasa. Tiempo que él se toma para reflexionar sobre su chica (Amelia Señora de Muerto viviente). 

En este flasback tengo que reconocer que estuve con un ojo puesto en ellos y otro en el perrito, ya que me traumatizo que me comentarais que existía la loca suposición de que el animalito estaba poseído. Bien, pues me reafirmo en que creó que la mascota de estos dos no es más que eso, además de parecerme adorable. Pero volviendo a la conversación de ellos… Sammy sí que me pareció adorable, acuchable y todos los –ables del mundo. Angelito piensa que va a ir a infierno por querer estar con la mujer de otro (Mandamiento nº10: No codiciaras los bienes ajenos). Si es que siempre fue un poquito beato nuestro Sam, y si no, recordar lo ilusionado que estaba con conocer a un ángel cuando Castiel apareció por primera vez.



 Volviendo a la investigación de Dean vemos como este conoce a Elizabeth, a la cual no puede evitar poner ojitos, quien confirma la cuartada de rehabilitación de Benny. Al cual vemos con cara de “Me cago en tö lo que se menea, ahora me va tocar cavar y mancharme las manos” a los pies del cadáver de un chica, reusando a cogerle el teléfono a su colega. Pero… todo tiene una explicación, cosa que ya sabíamos (¿Verdad chic@s?). Benny trata de explicarse a un Dean que le escucha cuchillo en mano, defecto profesional que lo llaman a eso. 



Lo que más me gusto de todo fue su aclaración sobre los buenos tiempos pasados: “Lo sé, es difícil de creer, pero no siempre he sido guapo y mimoso”. Y sip Benny resulta difícil pensar que en algún momento no fuiste guapo y con ese aire de osito abrazable, por muy de vampiro duro que quieras ir cielo. 

Otro momento sin precio ese el de: 

Elizabeth—asume el cazador, precipitándose a esconder su cara de ¡Mierda!
Mi bisnieta—dice el vampiro vegetariano con el pecho henchido de orgullo paternal, confirmando las sospechas del cazador que no sabe dónde meterse—¿Tu no habrás… 
 —No, no—niega el cazador pichabrava, mintiendo como un bellaco. 




De regreso al asqueroso motel donde se aloja el loco de Martin, tenemos otra muestra de lo loco (valga la redundancia) que está el colega y una tirante conversación que gira entorno a la desgastada confianza entre hermanos. Con la cual podemos comprobar que la cosa está más tensa que la cuerda del arco de flechas de Oliver Queen (Esto último es una referencia a la serie Arrow, que desde aquí también os animo a ver). Para terminar con Dean en el suelo y su hermano yendo a matar vampiros, el que sea, con el maníaco-depresivo de su colega, a quien me dieron ganas de darle un puntapié en el cielo de la boca para ver si se callaba.

Mientras regresamos a uno de los acostumbrados recuerdos de Sam, que... Vaya manera más ¡¡¡sosaaaaa!!! de mostrarnos el encontronazo entre Don y Sammy. Sin comentarios. Prefiero dejaros una imagen de como me hubiera gustado que empezara la cosa:



Ya después de esto nos metemos en materia vertiginosa, ó, como evitar que maten a nuestro inocente Benny. Dean se libera y corre a su rescate…Y ¡OMG! Sam recibe un mensaje de texto con forma de S.O.S de Amelia (creo que esta vez lo he dicho bien. ¡¡Urra por mi!!) Más carreras, más sustos, (que yu-yu me dio el tema de la jeringuilla rota en la mano de Dean ¡¿Por qué no las usan de plástico?!) una pequeña inflexión sobre la atracción de la sangre humana en nuestro pacifico vampiro y partida solucionada.



Lo que nos deja con la precipitada marcha de Sam al rescate de su amada que no contesta al teléfono. Todo el tiempo estuve pensando “El mensaje era real, estaba hay en su teléfono, ¿Qué mierdis pasa?” Que mal rato pase de verdad. Una sucesión de llamadas telefónicas nos dirigen al temido final antes de este mega parón de pesadilla que mañana llega a su ansiado fin. Nos quedamos, o al menos a mí me quedo un resquicio de esperanza, sin saber si Benny está muerto o no, y gritando, y en esto estoy segura que no fui la única: ¡La madre que te pario Dean! Y es que como se pasa con Sammy. Menudo golpe bajo. Eso de hacerle creer que su no-chica estaba en peligro, primero por preocuparle y segundo por darle esperanzas, es algo muy rastrero. Mal Dean, muyyyy mal.

En fin, que si la cosa ya estaba chunga entre los hermanos este capítulo está claro que lo ha terminado de arreglar. Menos mal que me queda la esperanza de que Castiel regrese pronto de sus vacaciones en el geriátrico y los meta en cintura. Por qué si no veo a Bobby contactando con Whoopi Goldberg para darles a los chicos dos collejas, bien merecidas, al más puro estilo Gosth pero sin la arcilla de alfarero por en medio.



Pero lo importante de todo esto es...

¿Y tú qué opinas?

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