(Publicado el 17/01/13)Advertencia: la revisión que sigue a continuación se basa en capítulos ya emitidos en su país de origen. En este caso hasta el 9 de la temporada 4. Si no has visto los capítulos y no quieres que te agüemos las sorpresas no continúes leyendo.
Bien, repasemos como quedó el panorama antes del dichoso
parón, ya que… ¡Mañana tendremos capitulo! Las campanas replican llenas de
júbilo, los pajarillos trinan y las puñeteras nubes invernales se alejan para
dejar brillar el sol y yo bailo dando saltitos de alegría, gritando enardecida
por la emoción. ¡¡Yupi!!
Mandando callar a medio reparto de Crónicas Vampíricas.
Antes de alegrarnos demasiado recordemos como quedaron
las cosas en el episodio nueve de la temporada actual, la cuatro. Por un lado
tenemos a Tyler preparando la gran rebelión en su granja de híbridos desintosiklausados.
Ya lo señalé con el último cap revisado que a Klaus no le iba hacer ni migita
de gracia los planes de su hibrido primogénito, que bastante contento le tiene
con lo de “decepcionar” a la rubita de sus ojos. Pero el chaval está crecidito
con eso de ser macho alfa, y no le basta con maquinar contra el más poderoso de
los inmortales de la tierra. También se apunta a pararle los pies a Stefan, que
mucho dista ya del buen vampiro samaritano de las primeras temporadas. Y Para terminar de bordarlo se ofrece como
voluntario para ser el contendor de Klaus bajo el contenido de una hormigonera.
Él chico está sembrado vamos.
Por otro lado tenemos a Stefan, en la que viene siendo su línea
habitual de empecinamiento con la cantinela de: “Quiero arreglar a Elena. Quiero arreglar a Elena. ¡Quiero arreglar a Elena!Y me
importa una ñoña lo que tenga que hacer para conseguirlo” Caroline le advierte de los planes de Tyler, y
se ve obligado a preparar apresuradamente un plan de lo más original, que
consiste básicamente en: Mandar a la rubita a seducir a Klaus un rato, mientras
que él se cuela en su casa. (Véase el episodio seis de la temporada cuatro).
Qué que poquito me mola a mí eso de que Caroline use lo que Klaus siente por
ella para esas cosas. El fin no justifica los medios y esta vez mucho menos. Esto
dos se llevan muy malas artes últimamente. Por lo que me alegró que Tyler les
parase los pies. Me encantan esas escenas de la manada en plan Rey León… las
echare en falta L
La tercera esquina de esta cama, (por cierto ¿Os fijasteis
en lo enorme que se ve la cama de Damon? ¿Qué debe medir, 3x4?) la forman la
pareja brujeril de Bonny, junto a su profesor escalofriante, y Jeremineitor.
Que hay que ver que mazas se está poniendo, el hermano pequeño de Elena, desde
que lleva el piloto automático de matavampiros encendendido. Normal que Bonny luzca tan
feliz y pletórica. Pero bueno mucho maestro Yoda, mucha hipnosis y hierbitas,
pero al final, como de costumbre, el que soluciona la papeleta es Damon.
Papeleta que recordemos fue causada por su supuesto “hermanito bueno”. Eso sí, el profesor Shane se guarda un As en
la manga para evitar que Damon se lo tome de merienda. Pues él afirma poder
llevarles a la cura, esa que tanto desea Stefan, sin necesidad de la dichosa espada
GPS. Lo que hace que me reafirme en que:
¡¡Él es el mal malvadisismo malvado que busca a Sila!! Y no quiere la cura, si
no a ella. Por eso necesita, como bien apunta Damon que ya se huele la tostada,
el sacrificio de los doce. Ya que me temo que los miembros del consejo muertos
no le dieron el poder necesario.
Ya solo nos queda la cuarta pista de este circo de triángulos
e historias entrelazas: El Eleda. Que mal empezamos el capítulo, compañeros de
batalla. Comenzamos viendo un sutil cambio en la cama de Damon que a él, al
igual que a todas las seguidoras del Eleda, no le gustó un pelo. Y es que ambos
amanecen con ropa. ¡Menuda locura! Dormir en esa enorme cama con Damon y que tú
indumentaria amanezca intacta debería ser delito. Para más mala señal, Elena
nos da el dato de que ha sido él quien ha pedido que no suceda nada. Pues aun
está algo confuso con el tema de que los sentimientos de ella no sean reales.
Tras mi enfurruñamiento, me sacó una sonrisa la conversación
de los hermanos por teléfono, en la cual Damon le da sugerencias a Stefan de donde
buscar la espada. Como él es tan genial escondiendo cosas: la piedra lunar en
el jabonero, las estacas de roble blanco en el cestillo de la leña… sus
secretos en medias verdades llenas de omisiones a la hora de decirle a Stefan donde está Elena y como se ha tomado que él la despachara. Y me encanto ver algo del autentico Damon con su resolución a la hora de atajar problemas: O bien matamos a Tyler para que no mate a Klaus, o se lo contamos a Klaus para que él mate a Tylor. Así de fácil oigan
Pero me gustó poco o
nada que Elena, tan firme sobre sus sentimientos en el episodio anterior, se
muestre confusa en la escena del embarcadero. Me dieron ganas de cantarla:
“Shut up ,and sleep with him. Shut up.” Eso sí, lo que ya me mató fue el
desenlace de esta parte, con Damon “liberándola” y mandándola a casa. Eso fue
un gran: NOOOOOO!!! WTF?? No terminé de entender muy bien por qué Damon hacia
esto. Si por dudar de la veracidad de los sentimientos de ella, si por sentirse
culpable por su hermano, o porque el profesor chiflado de Bonny le lanzó un
embrujo. Esta última para mí seria la razón más razonable.
Y ya está todo preparado y listo para el gran final.
APOTEOSICO. Al fin Caroline tiene un inusitado arranque de genialidad
proponiendo que usen el cuerpo de Rebeka para enclaustrar a Klaus, ahora que ya
no necesitan la espada para dar con la cura. Pero esto solo sirve para
mostrarnos las orejas del lobo, o más bien de la loba amiga de Tyler. Que no
buscaba la liberación de los híbridos, ni de cerca, sino ayudar al
profesor-brujo malvado Shane a lograr completar un ritual de doce muertes mucho
más poderoso. Y nada más simbólico que la muerte de doce híbridos a manos de su
creador, véase Klaus. Para lo cual deja inconsciente a la Barbie criticona y
corre a contarle los planes de Tyler a Klaus. Quien más que harto, de que todo
el mundo le tome por el pito del sereno, entra en modo Destripador y… bueno,
bueno… ¡¡Brutal!!
Me impactó muchísimo, pero me gustó aún más, el final de
Carol Lockwood a manos de Klaus. Visualmente no tiene calificativo, y viene a
resultar algo que tenía que pasar. Si aguijoneas al león… no esperes que sea
mimoso cuando se le agote la paciencia. Gran parte de culpa la tienen Caroline
y Stefan. Que si, que el chico es malo, vale. Pero sí la única persona que podía
hacer que surgiera algo de humanidad en él, solo se ríe en su cara… pues eso,
el resultado final, es el que es. La rubia se luce, y no puedo dejar de pensar
que es una hipócrita, tanto criticar a Damon por ser como es y luego ella juega
libremente con los sentimientos de Klaus. Y ya el remate lo tiene usando su
bocaza para hundir en la miseria a Stefan. Pues no está este diciendo que lo único
que los diferencia a ellos de Klaus es la confianza en sus seres queridos y va
la piba y le suelta que su hermano y Elena le están engañando. ¿¡Pero de qué
vas chica?!
En fin que antes del parón me quede enfada con Damon, aún
más decepcionada con Stefan y enfurecida con Caroline. A ver que nos trae la siguiente mitad de
temporada, pero lo más importante es….
¿Y tú qué opinas?
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